
Dom. XXXIII TO Ciclo B Mc.13,24.32
ESTÁ CERCA, A LA PUERTA
Un texto tan hiperbólico como el
de hoy podría ser calificado de trasnochado propio de culturas superadas o bien
de un relato de ciencia ficción y por tanto dejarlo de lado, indiferentes, sin
descubrir su mensaje.
Se trata de un fragmento de
género apocalíptico y simbólico que encierra una Palabra. Esa Palabra que no
pasará aunque pasen el cielo y la tierra.
Cada uno tenemos nuestro grado y
cualidad de Fe, nuestra postura ante la vida y nuestra ideología pero todos y
cada uno nos enfrentamos a un futuro incierto y desconocido pero ese futuro lo construimos hoy. Este
podría ser uno de los mensajes que se
nos ofrecen: Velad y
orad porque no sabéis el día ni la hora… ni el cómo.
Cada
uno tenemos nuestras propias inquietudes y problemas. Todos y cada uno de una
manera o de otra, en un momento o en otro nos enfrentamos a cuestiones
trascendentales espoleadas por el entorno, por el ambiente, la cultura o la
mentalidad laicista imperante:
Mi vida "¿es un paréntesis
entre dos nadas?" "¿Una pasión
inútil?" "¿Qué sentido tienen mis esfuerzos, mis luchas, mis trabajos
incluso mis emociones?" "¿hay un tiempo más allá de la Historia?"
Aunque
las respuestas quedan en el horizonte oscuro y misterioso de la FE si
escudriñamos el fragmento de hoy despojándolo de sus aditamentos simbólicos y
sus impresionantes imágenes nos queda la solución deseada para nuestro problema
trascendental: El Señor está cerca, a la
puerta.
No
cabe duda de que el texto nos está hablando del tiempo final pero un final que
no es concluyente puesto que en él aparece esta gran esperanza: Él está cerca, a la puerta.
No vamos hacia el caos, no vamos hacia la
nada, vamos al encuentro del Señor.
Sor
Áurea